jueves, 24 de enero de 2013

Parte 16

Carmen no paraba de mirar el reloj, sin saber muy bien para que, en este mundo sin sentido y de locos ya el tiempo tenía muy poco valor.
Un ruido tronador de repente sacó a Carmen de sus pensamientos y le hizo dar un gran brinco.
En cuestión de segundos muchas personas vestidas de militar corrían por los pasillos de ese refugio y cada vez eran mayores los gritos que se escuchaban, aunque todos eran incomprensibles.
Carmen salió corriendo buscando a sus hijos, los había dejado en la sala de juego que se había improvisado en aquel sitio, al cruzar la esquina vio la sala vacía, no había ningún niño allí, por su mente corrieron infinidad de posibilidades, en cuestión de segundos la invadió la locura, todo el mundo corría, se golpeaban y empujaban unos a otros, y ella, no encontraba a sus hijos, de repente pudo ver un jersey rojo como el que llevaba su hijo, si, allí estaban, en una esquina, los dos abrazados y llorando. Salió corriendo y los cogió a los dos en brazos dándoles un fuerte abrazo y apretándole sus caritas con su hombro para que no pudieran ver nada.
En ese mismo momento fue cuando reparó en que se escuchaban tiros fuera, cada vez se escuchaban más cerca, pero nadie allí dentro sabía lo que ocurría.
Carmen quería pensar, pensar rápido que hacer, pero cada uno de los tiros que se escuchaban la hacían estremecerse y nublaban su mente.
Salió corriendo, con lágrimas en los ojos, sin saber que hacer, gritando interiormente, llamaba desconsoladamente a su marido, a aquel que hacía horas había marchado, entonces lo recordó. Recordó lo que dijo su marido.
"-Carmen cielo si alguna vez fuéramos invadidos, escóndete aquí, no lo dudes, no abras a nadie, yo sabré donde encontrarte si no estoy aquí-"
Salió corriendo en sentido contrario a donde iba, bajó cinco escalones y entró en una sala grande donde había una gran cocina, rápidamente puso a los niños en el suelo y con una fuerza inesperada retiró dos bombonas de butano que había en un mueble en el fondo de la esquina superior izquierda, sobresalía una chapa, comenzó a tirar de ella, pero sus dedos mojados de lágrimas y sudor no se lo permitían  se les resbalaban, sin saber como, atinó a coger un trapo que había encontrado en el suelo, agarró fuertemente la chapa y pudo abrir sin mirar que había dentro, confiando plenamente en su marido, metió a los niños dentro, como pudo colocó las bombonas un poco más derechas y colocó nuevamente la parte trasera del mueble, quedándose a oscuras, abrazados los tres fuertemente.
A los pocos segundos, una vez que abrió los ojos y estos se adaptaron a la oscuridad, pudo ver a través de unos pequeños agujeros que dejaban entrar un poco de luz, lo que había en aquella sala...

Parte 15

¡Dios mío! Hace tanto, tantísimo tiempo que ya apenas recuerdo cómo empezó todo esto.
Lo último de lo que me acuerdo de mi vida “normal” fue cuando sonó la sirena del cuartel. -Ha habido un grave accidente en la autovía y hace falta nuestra ambulancia- dijo el sargento.
Y mira por dónde, me tocó ir a mí. Íbamos a toda pastilla hacia el lugar del siniestro y por el camino nos cruzamos con varias ambulancias que seguramente viniesen de allí.
Al girar una de las calles para enfilar ya para la autovía, pudimos ver una gran columna de humo, producto seguramente del propio accidente.
Hasta aquí todo normal, todo pura rutina para alguien como yo acostumbrado a este tipo de situaciones.
Al llegar al sitio, nos pusimos manos a la obra. Me dirigí a uno de los accidentados que venía andando hacia nosotros, apenas sin fuerza, y que se desplomó a escasos pasos de mí. Me puse a reanimarlo, aunque no lo conseguí y falleció allí mismo.
Por dentro debía estar destrozado, porque lo que es por fuera no presentaba grandes heridas.
Lo cubrí con una sábana y me dispuse a recoger mis cosas para atender a otro cuando de pronto, pude observar como se movía.
Me quedé atónito mirando cómo se incorporaba. Al quedar sentado, la sábana se le cayó de la cara, que giró lentamente hacia mí. Yo estaba prácticamente petrificado, pero pude reaccionar justo a tiempo y retirarme en el momento en que se abalanzó sobre mí.
No daba crédito a mis ojos, pero rápidamente me di cuenta de que todo a mi alrededor estaba igual. Todo se estaba convirtiendo en un caos y sin pensármelo dos veces salí corriendo como pude de allí.
Después de eso, nada volvió a ser normal. Huí fuera de la ciudad, lo más lejo posible y al poco tiempo me uní al grupo donde estoy ahora. Un grupo que más que personas del siglo 21, parecemos de la prehistoria, vestidos con pieles de animales y reconvertidos a una vida nómada donde tenemos que cazar para sobrvivir.
Ahora, mientras oteo el  horizonte vigilando que no se acerque ninguno de esos seres, al darme el aire fresco de la mañana, se me cierran levemente los ojos, y mi mente se retrotrae al pasado trayendo a mi memoria recuerdos. Recuerdos de mis padres y mis hermanos que hace bastante tiempo que no veo.
Estaban en otra ciudad cuando todo empezó y no pude contactar con ellos, pero rezo para que estén a salvo y albergo la esperanza de que algún día los encontraré y podré unirme a ellos.
Tan ensimismado estaba que casi no me doy cuenta que hay uno de esos seres cruzando el puente que lleva hacia donde estamos nosotros. Me tumbo en el suelo y cojo el rifle con mira telescópica y mientras me dispongo a apuntar murmuro
-Te vas a enterar mamón.
Cuando le tengo bien enfocado me doy cuenta de algo horrible.
¡¡Joder, es una de mis hermanas!! Se ha convertido en uno de ellos.
El pulso me tiembla y no me siento capaz de dispararle, pero pensándolo fríamente se que ya no es mi hermana, que ya no la une nada conmigo, así que haciendo de tripas corazón, le apunto a la cabeza y me dispongo a apretar el gatillo.
Justo en ese momento, mientras le estoy apuntando se detiene y mira hacia donde yo estoy.
Parece como si me mirase directamente a los ojos y desde sus ojos inertes me suplicase que acabase con ella, parece como si presintiera que era yo el que estaba apuntándole.
Permaneció inmóvil, como dandome tiempo para apuntar bien.
Y mientras una lágrima resbalaba por mi mejilla, en la fresca mañana sonó un disparo.

miércoles, 27 de junio de 2012

Parte 14

Al día siguiente, en uno de los refugios situado al este de la península. El Capitán Sanchez, discute con su mujer sobre la orden establecida de un superior.
-Lo siento cariño, pero tengo que ir ¡Son órdenes!... Se me reclama para una mision importante,de vital importancia. No te puedo decir mas.-
-Pero  ¿por que tu? ¿es que no hay militares en el refugio oeste?. Aquí te necesitamos también, y además¡Tu mujer y tus hijas estan aqui! .No entiendo esa disciplina a la que... ¡no entiendo ese juego de soldaditos que os traéis!,mira a tu alrededor, ¿que pais? ¿ que nacion debes proteger? ¿que ejercito? ¡Por el amor de dios! Si entre los cinco refugios habrán cuatro peces gordos jugando a que todavía mandan. Y como no podía ser de otra manera,ustedes a seguirles el rollo, en vez de estar con vuestra familia.
-Mira Carmen, tu lo has dicho, somos muy pocos militares, y demasiados civiles ¿Te imaginas el caos en los cinco refugios, sin una cadena de mando?. A muchos no les gusta el que hayamos tomado el
control,¡pero! ¿Y el Presidente del gobierno? ¿El vicepresidente? ¿El ministro de defensa o de algo? ¡Por el amor de dios, algun puto politicucho que de la cara! ¿Es que han muerto todos,o están escondidos en sus bunkers?. Por suerte, esos cuatro mandos militares, que juegan a que todavía mandan. Son los únicos que han dado la cara, y están cumpliendo su deber, y naturalmente yo seguiré bajo sus órdenes, tal y como jure cuando prometí defender a mi pais con mi vida si fuese preciso.
Mira Carmen, España contaba con una población de 47 millones de habitantes hace tres meses, actualmente, entre los cinco refugios no llega a 100 mil. Estamos hablando de un 0.2 por ciento. Quiere decir que en pocos días, un 99,8 por ciento de la población ha sido aniquilada o convertida
en ” muertos vivientes”. Y todo eso sin saber la causa. Así que si crees que no es suficiente motivo para jugar a soldaditos, ya me diras.
Bueno, se me hace tarde, tengo que irme, estaré allí en unas diez horas. En cuanto llegue te avisare por radio.

lunes, 11 de junio de 2012

Parte 13: Diario Espacial

-Día 1:
Hace tres días que tenía que haber llegado el relevo... entre la tripulación empieza a hacerse notar la desesperanza... desde hace cinco días no tenemos contacto alguno con la tierra y para colmo la Soyuz necesita ser activada desde tierra... ¡Maldito rusos todo lo hacen igual!
-¿Hay comunicación?- Dijo O´connor, un hombre de unos 45 años con pelo canoso y el más experimentado de todos los presentes.
-No mi capitán, seguimos son comunicación- Dijo NIcolae, un joven ruso que con apenas 29 años había conseguido ser el astronauta más joven en ser enviado para vivir dentro de la Estación Espacial Internacional.
A sus espaldas 4 astronautas se miraban con desesperanza e incredulidad.
-Día 2:
Sin cambios, no hay no hay noticias de la tierra y ya hemos tenido que racionar la comida porque no sabemos cuanto tiempo más estaremos incomunicados...
-Día 3:
Hoy he tenido que hacer algo que pensé que nunca haría... James ha sido el primero en caer... la paranoia ha hecho mella en él y era un peligro para mi tripulación porque se estaba volviendo muy violento así que lo he tenido que aislar en Kibo
-Día 8:
Ya no tenemos alimento y el oxígeno se está agotando, no hay esperanza para nosotros... desde aquí se puede ver la tierra y sigue igual que hace 6 meses pero es como si todo ser humano hubiera desaparecido... esta incertidumbre no saber que pasa me está matando.
Mi tripulación esta paranoica y apenas mantienen la cordura... James hace tres días que no habla ni come, simplemente se esta dejando ir...
Aunque los demás tampoco estamos mucho mejor... hoy he tenido que separar a Nicolae que estaba a puñetazos limpios con Roberto aunque sigo sin saber por que se pegaban
Los otros dos son más bajos de espíritu y solo se limitan a encerrarse en su cuarto, aunque sin lugar a dudas la que peor lo lleva es Annie que no deja de llorar y rezar por sus hijos de 3 y 5 años.
Como no ocurra un milagro moriremos de inanición... ¡Joder que ha pasado en la tierra! ¡¿No queda ningún humano ahí abajo o qué?!
-Día 10:
Están todo muertos... ya solo quedo yo... pero no tardaré mucho en irme...
Annie ha sido la primera en caer... los últimos momentos de su vida los pasó complétamente loca... y al final la pobre desdichada se acabó arrancando la lengua a mordiscos y ahogándose en su propia sangre...
Lo malo del espacio es que no deja muchas opciones para el suicidio, sin embargo los otros si que tuvieron una muerte más "digna"...
Dophensmir, el médico de abordo, cuando vio lo sucedido con Annie se dirigió hacia uno de los laboratorios y al cabo de unos horas salió con 5 frascos que contenían un potente veneno.
Los 4 cogieron el frasco y sin dudarlo ni un segundo se tomaron de un buche el contenido del pequeño recipiente. Murieron a los pocos segundos, sin dolor, como si se hubieran quedado dormidos.
Yo en cambio me dirigí a mi cuarto a escribir estas últimas líneas, dudo que alguien lo lea algún día pero no quería morir sin decirlo.
Linette te quiero, me voy contigo dondequiera que estés.
Dicho esto el capitán O´connor se puso su traje espacial y se dirigió hacia una de las escotillas, la abrió y se lanzó hacia el abismal espacio, no tardo mucho tiempo en morir ya que la presión era tan fuerte que al cabo de unos cuantos minutos el casco estalló y se le reventaron los pulmones.

Parte 12

Hace ya tres días que volvimos de nuestro frustrado intento de incursión en el centro de toxicología.
Todo ha cambiado desde entonces.
Tomás sigue igual, su estado de profunda depresión, se asemeja más bien al de un estado catatónico, con su mirada perdida, tumbado en la cama, no responde a ningún estímulo, ni tan siquiera a las palabras de su querida nieta Carla.
Julia, le a puesto una vía con suero, ya que se niega a ingerir alimento.

Cuando salimos de las alcantarillas, y vimos el centro reducido a un montón de escombros, se 
derrumbó también todas nuestras esperanzas.
Tomás se adelantó, mirando con asombro a todas partes,se agachó, cogió en sus manos un pequeño trozo de cemento, miro al cielo mientras lo lanzaba, emitiendo un desgarrador grito de angustia, se sentó en un montón de escombros, y allí se quedó con su mirada perdida.

Tuvimos que cargar con él para traerlo de vuelta, desde entonces no ha dicho ni una palabra. 
El grupo está desestructurado, son frecuentes los enfrentamientos y las disputas.

Esta noche, sin ir más lejos, hubo una pelea con puñetazos y palos, por la última lata de “Piña en almíbar”.
Tomas en cierta manera, ejercía de líder, y daba un motivo y ganas de seguir adelante, manteniendo el grupo unido, pero después de esto, solo predomina el instinto de supervivencia.
Casi todos se han ido, a intentar sobrevivir por su cuenta.
Esta mañana he descubierto que se han ido seis más.Naturalmente sin despedirse, pero lo más indignante,es que se han llevado con ellos uno de los camiones que utilizábamos para guardar los víveres.
Por suerte guardamos algo de comida y agua en las caravanas.
Solo quedamos, Manolo, Julia, Tomas, Eloisa, Lucia ”Hermana de Julia”, los tres pequeños, y yo,
que naturalmente aquí me quedare, pase lo que pase, ya que estas personas se han convertido en mi única familia.
Aparte de ti, mi amor, ángel mío, Sonya querida, perdóname pero creo que dejaré de escribirte,
estoy cansado.
Quisiera tener tu fuerza, tu fe, tu seguridad en la existencia de Dios, en ese paraíso en el que me esperarías.
Pensaba que mi inmunidad,que la casualidad de acabar con Tomas, el hecho de haber sobrevivido.
Pensaba que era el elaborado plan de dios, para salvar a la humanidad.
Pero ahora creo, que me engañaba a mi mismo. Ahora creo, que la naturaleza nos 
ha seleccionado para nuestra extinción. Ahora creo que la humanidad esta perdida.


-Bueno,el resto no es relevante Coronel-

-Qué grado de veracidad creen que hay en ese diario,Capitán?-

-En la caravana donde procede este diario,encontramos también documentación de Tomas, al que hace referencia. (Tomas Hernandez Diaz), fue nominado al premio novel de medicina en el año 1971,por sus descubrimientos sobre la química de los anticuerpos.

En las caravanas no hay rastro de violencia, ni hay restos humanos,se fueron de forma voluntaria, ¿pero donde y porque dejaron su medio de transporte? no lo se ,pero la última página de este diario, fue escrito hace tres semanas, puede que estén vivos, Coronel.

-Bien Capitán, tenemos que encontrarlos sea como sea, vayamos inmediatamente al refugio,
tenemos que comunicarlo de inmediato.

jueves, 7 de junio de 2012

Parte 11

Esa tarde los ánimos no estaban para hablar de alcantarillas ni nada por el estilo, así que ninguno de los del grupo de exploración dijo nada del asunto y entre todos se limitaron a esperar la noche lo mejor posible.
Ese fue un día negro para todos. Uno de esos día que uno piensa que era mejor no haberse levantado y a casi todos, en algún momento, se le pasó por la cabeza la idea del suicidio. Después de lo sucedido, era fácil creer que no había solución. Tan sólo los niños parecían ajeno a todo lo que pasaba a su alrededor, jugando entre ellos sin más preocupación que la de no "quedarla".
El día siguiente amaneció claro y despejado, ni tan solo una nube, permitiendo ver el cielo de un color celeste tan intenso y agradable que a todos les hizo tener buenos presagios confiando nuevamente en un futuro mejor para todos. Las negras ideas del día anterior se desvanecieron como el humo de una vela cuando se apaga, dando lugar a la esperanza y a unas renovadas ganas de vivir.
Tras el desayuno, por fin se decidieron a explicar al grupo lo que habían observado durante su “visita turística” por las alcantarillas y aunque no faltó quien aún ponía reparos a esa idea, al final se votó y se decidió que era la mejor opción de todas las que tenían en ese momento.
Era eso o aventurarse por las calles y arriesgarse a una encerrona de la que difícilmente saldrían.
Lo harían de la siguiente manera:
Sólo iría un grupo reducido. Tomás y Gabriel eran indispensables y además de ellos serían necesarios unos 5 ó 6 voluntarios. Nada más. Mientras más fueran, más llamarían la atención y más riesgo de fracaso correría la misión.
El resto esperaría su regreso, aunque sin saber cuánto podían tardar. Todo dependería de lo que se encontrasen al llegar e incluso se barajaba la posibilidad de no encontrar nada y regresar con las manos vacías, pero había que intentarlo.
Intentarían llegar por la M-50 hasta Las Rozas y una vez allí pararían a unos 4 ó 5 kilómetros de su destino, se adentrarían en el subsuelo e intentarían salir por alguna boca cercana y si era por alguna que existiese en su aparcamiento, pues mejor.
Después de avituallarse y armarse lo mejor posible, se despidieron de sus familias y se pusieron rumbo a la M-50, rumbo a lo desconocido, rumbo a una aventura en la que no se esperaban encontrar lo que encontraron.

sábado, 26 de mayo de 2012

Parte 10

A la mañana siguiente muy temprano, un grupo de 4 personas se dirigía en un coche hacia la ciudad.
Su misión: investigar en sus entrañas, curiosear por sus alcantarilas y valorar la posibilidad de utilizarlas para llegar a su destino.
El coche se detuvo en un barrio residencial de la periferia, una zona que ya en vida normal era bastante tranquila, por no decir aburrida. Así que ahora no esperaban encontrar muchos cambios.
Eligieron una arqueta, se bajaron 3 de ellos del coche y echaron un vistazo por los alrededores de la zona para asegurarse que no había cerca ninguna de esas cosas. Mientras, el conductor esperaba con el motor en marcha por si tenían que salir pitando. Una vez asegurada la zona pararon el coche y se bajó el conductor uniéndose al grupo de exploración.
Abrieron la arqueta y permanecieron en silencio un par de minutos por si se escuchaba algo desde el interior de la alcantarilla. Al no oírse nada, se decidieron a bajar.
Bajó el primero de ellos y tras echar una visual rápida a ambos lados, hizo una señal para que el resto del grupo bajara comenzando posteriormente a recorrer las apestosas galerías.
Tras recorrer casi un kilómetro, prestando atención a todos los detalles que observaban: altura y anchura de las galerias, cada cuantos metros había una arqueta, etc. decidieron que iban a intentarlo. Intentarían llegar a su destino a través de las alcantarillas.
12:20 del mediodía. Un coche ocupado con cuatro personas se dirige hacia las afueras de la ciudad. Van a reunirse con el resto del grupo al que pertenecen que se mantiene a salvo a unos 8 kilómetros de la capital, acampados por detrás de un polígono industrial.
-Pero, estáis seguros de que están a salvo?
Cuando el coche se acerca, descubren horrorizados que el grupo ha sido atacado por un zombie, uno solo que les ha cogido a todos desprevenidos.
De nada han servido las 5 personas que estaban montando guardia.
¿Por qué? ¿Por qué no han descubierto a tiempo a ese ser que les ha atacado? ¿de dónde ha salido? Ya era de día cuando les atacó ¿Cómo que no lo han visto?
Todas esas preguntas tienen una respuesta muy sencilla: No lo han visto porque ya viajaba con ellos. Sí, dentro del grupo viajaba también la muerte, escondida en la caravana de Tomás.
Tomás llevaba escondido en su caravana a su vecino, que se había convertido en un zombie y que era el que le sirvió para descubrir la inmunidad de la sangre de Gabriel. Consiguió desatarse y salió del baúl dónde estaba oculto, atacando al grupo cuando estaban desayunando y consiguiendo acabar con cuatro personas antes de que lo eliminaran a él.
Nadie más resulto herido y tras pegarle un tiro en la cabeza, enterraron a los pobres desdichados que tuvieron la mala suerte de sentarse a desayunar cerca de la caravana de Tomás. Un escalofrío recorrió la espalda de Gabriel cuando descubrió que entre los muertos estaban los dos muchachos de su pesadilla, los del todoterreno y se sintió observado durante su entierro. Todos esperaban que el resto de la pesadilla no se cumpliera.
Por suerte nadie vio de dónde salió el ser que los atacó, así que el secreto de Tomás estaba a salvo, al menos de momento.